Que tal amigos, ésta noche hablaremos de un tema al que nos gusta darle la vuelta (uno de tantos) y es que el amor a veces es una enorme venda que cubre nuestros ojos y nos impide ver la clase de lagartijas a las que amamos o creemos amar, en fin, todos sabemos lo que es ser infiel, los tipos de infidelidad, las causas de la infidelidad y hasta muchos de nosotros sabemos que se puede ser infiel hasta con el PENSAMIENTO y es 100% válido ¡que bien! así nadie sospechará nada... ¿o si?
Y díganme, ¿quien no ha utilizado este último método? así que es mejor no quejarse ya que todo mundo hemos sido infiel en más de una ocasión.
Pero que pasa cuándo descubrimos que somos engañados, que pasa cuando sentimos ese balde de agua helada sobre nuestra espalda, el frío en la columna vertebral, el hueco enorme en el estómago, ese nudo en la garganta, esas ganas de salir a romper madres .................. NADA.
Lo mejor es quedarse así, desquitar la ira contra una almohada, ahogar los gritos de odio entre las lágrimas, no hacer nada. Lo mejor es vernos al espejo y preguntarnos si realmente vale la pena, tratar de mejorar lo que hicimos mal y callar, fingir que todo está bien, jugar a ser engañados, ¿por que?
La respuesta a todo la tiene el tiempo, el es quien tomará toda venganza o te dará razón para perdonar, él será quien diga el momento exacto de explotar y gritar todo eso que te tragaste y ya echado a perder vomitarlo en la cara de esa persona (cualquiera de las dos o de preferencia las dos), o sonreír y tomarlo como algo pasado. Podrán pasar años para que ese instante venga a nosotros, lo único que necesitamos es PACIENCIA y CORDURA.
Paciencia y cordura, no soy fanática de esas virtudes, pero me gusta utilizarlas ya que en lo personal no me gusta tener la cabeza fría, a mi me gusta explotar, gritar y hacer sentir caca a esa persona (tengo el "talento" de herir con palabras a las personas) aunque después me la pase llorando por la culpa.
Yo como un surfista esperando la ola perfecta, yo espero el momento exacto para hacer lo mío, y mientras el tiempo hace lo suyo, yo juego a ser engañada.
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